Como dar Azotes – Spanking BDSM | + Guía de posiciones

Los azotes o el Spanking es una de las practicas que más disfruto en las sesiones, disfrutar de las nalgas de una sumisa y tener la espalda desnuda de esta es un juego casi obligatorio ya que permite mucha versatilidad y tipos de enfoque, los cuales voy a describir los más usados.

“Me gustaron mucho las nalgadas, y la fusta se sentía como un latigazo suave, pero a la vez con fuerza, cuando me percate, ya estaba toda húmeda por el placer de sentirme regañada”

– Sumisa Laura

Tipos de Azotes o Tipos de Spanking

Punishment Spanking, o Azotes de castigo: Se dan en un juego de roles y poder, su objetivo es el castigo por la desobediencia de una orden o tarea,, o incluso haber quebrado alguna regla dentro del juego. Algunas sumisas les gusta tener un papel de rebeldes, buscando con estas actitudes algún tipo de castigo físico o psicológico, es importante siempre hacerle ver a la sumisa/o del porque se le esta azotando para hacer más placentero el juego.

Role Play Spanking, o Azotes en juego de roles: Al igual que el anterior, se da en una relación Dominante / Sumisa, pero la diferencia radica en que ambas partes desean realizar el juego, este es mi preferido ya que hay placer para ambas partes y se puede combinar muy bien con caricias, nalgadas suaves y duras, usar otro juguetes como vibradores o ceras, besos, lamidas, roces y cualquier acción que busque potencializar el deseo y placer.

Hardcore Spanking o Azotes de dolor: No recomendado para iniciantes del BDSM, ya que el objetivo es causar dolor a la sumisa, se emplea mucha fuerza física por lo que deja marcas muy notorias en la piel. Esta más enfocado a juegos sado masoquistas.

Posiciones para azotar

Inclinado, superior: En esta posición, la Sumisa se inclina libremente o sobre algo en lo que apoyarse. Si el azotador quiere contacto, puede colocar su mano en la espalda, los hombros o la cabeza/cuello del azotador, o colocar su mano libre alrededor de la cintura del azotador

Piernas arriba: La persona que recibe el azote se acuesta boca arriba, con las piernas levantadas. Tanto el Dominante como la Sumisa pueden asumir la responsabilidad de mantener las piernas en alto.

De cuadro: La Sumisa se coloca en posición de cuatro puntos. Una de mis posturas favoritas ya que puedes tomarla del cabello mientras la azotas.

Sobre las rodillas: Una posición clásica en los azotes de castigo, la Sumisa se acuesta en los regazos del dominante para que el Dominante pueda realizar los azotes.

De pie: Una de las más versátiles, ya que la Sumisa se recuesta sobre la pared dándole la espalda al Dominante, se puede usar la Cruz de San Andrés para inmovilizarla.

Carretilla: La Sumisa abre las piernas y las coloca alrededor de la cintura del Dominante. El trasero queda más alto que los hombros, los codos y la cabeza, la cual también se puede colocar en el suelo. Una postura muy sugestiva.

¿Cómo azotar con seguridad?

A continuación se da una guía de los puntos donde hay menos riesgo a los puntos donde uno no debe generar golpes ya que a mayor riesgo, más probabilidades hay de dañar nervios, músculos, órganos, venas o huesos.

¿Qué se puede usar para dar azotes o Spanking?

Fusta, para mi, el instrumento favorito para hacer Spanking. No solo sirve para este juego, sino que da esa elegancia al dar ordenes a la sumisa.

Palas, acá ya subimos el nivel, producen más dolor ya que cubren más área, se encuentran en los siguientes materiales, siendo el primero el mas suave de ellos en escala de dolor: Cuero, Madera, Acrílico.

Látigos, esto en definitiva no lo recomiendo para principiantes, este instrumento por origen esta diseñado para lacerar, por lo tanto puede producir serias heridas sino se maneja con cuidado. Sin embargo, como decoración en nuestro espacio BDSM es una pieza imprescindible.

Otros instrumentos:

¿Cómo hacer del Spanking algo muy placentero?

Esta practica no se debe limitar solamente a impactar a la sumisa con las manos o cualquier objeto que tengamos a disposición, es importante que durante el juego exista comunicación, en lo personal en mis primeros encuentros no decía ni una palabra, lo cual hacia algo tediosa la sesión. Con el tiempo aprendí a establecer pequeños juegos entre cada azote, como por ejemplo obligar a la sumisa a decirme “gracias señor”, “me gusta”, “que rico”, o cualquier otra frase que la sumisa disfrute decir.

Los besos y caricias ayudan mucho a incrementar las sensaciones que los azotes generan, casi siempre preparo a la sumisa poniéndole una venda en los ojos y una mordaza, elementos que condicionan la psicología de la sumisa y la predisponen a un estado de expectativa y ansiedad al no saber cuando va a realizarse el próximo azote.

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