La Cruz de San Andrés, también conocida como “Saint Andrew’s Cross” en inglés, es un dispositivo de restricción comúnmente utilizado en la práctica del BDSM (Bondage, Disciplina, Dominación, Sumisión, Sadismo y Masoquismo). Es un mueble que se utiliza para sujetar a nuestra sumisa en posición vertical con los brazos y las piernas extendidas, lo que permite un fácil acceso a las diferentes partes del cuerpo de nuestra sumisa/o para actividades sexuales y/o de juegos eróticos.
La cruz está diseñada típicamente con dos largas barras de madera o metal que se cruzan en ángulo recto, formando una “X” grande. En cada extremo de las barras horizontales, hay puntos de sujeción o anillos donde se pueden atar las muñecas o los tobillos de nuestra sumisa, que está siendo restringida. Las dimensiones de la cruz pueden variar dependiendo del diseño y las preferencias del cada uno, pero generalmente se busca que sea lo suficientemente resistente como para soportar el peso del individuo y proporcionar estabilidad durante su uso. (En lo personal prefiero las que son pegadas a la pared.
Actividades que se pueden realizar con la Cruz de San Andrés en el contexto del BDSM:
- Restricción: La principal función de la cruz es limitar los movimientos de nuestra sumisa/o que está siendo atada, lo que añade un elemento de sumisión y entrega al juego erótico.
- Exploración sensorial: Al tener el cuerpo expuesto y accesible, se pueden realizar diversas actividades de exploración y estimulación sensorial, como caricias, cosquillas, azotes suaves/duros o sensuales, entre otros juegos, si quieres una guía completa de azotes, acá esta.
- Juegos de dominación y sumisión: La posición vertical y la vulnerabilidad que implica estar sujeto a la Cruz de San Andrés pueden ser utilizadas para juegos de poder, donde una persona ejerce control sobre la otra, ya sea física o psicológicamente.
- Prácticas de flagelación: La cruz proporciona una base estable para realizar prácticas de flagelación o azotes, ya sea con látigos, floggers u otros instrumentos de castigo erótico.
- Estimulación sexual: La posición en la que queda la persona sujeta a la cruz facilita el acceso a sus zonas erógenas, lo que permite realizar actividades sexuales como la estimulación genital, el sexo oral, o incluso la penetración, dependiendo de los límites y preferencias acordados entre los participantes.
Es importante tener en cuenta que, al practicar BDSM con la Cruz de San Andrés o cualquier otro dispositivo de restricción, se deben seguir ciertas medidas de seguridad para evitar lesiones o situaciones peligrosas. Algunas de estas medidas incluyen:
- Comunicación y consentimiento: Es fundamental establecer una comunicación abierta y clara entre todas las partes involucradas, discutiendo los límites, las preferencias y las señales de seguridad previamente al inicio de la sesión.
- Supervisión y monitoreo: Durante el uso de la cruz, es importante que el Dominantes este siempre supervisando la sesión y estar preparados para intervenir en caso de ser necesario, o bien, cancelar los juegos si la sumisa/o indica la palabra clave.
- Liberación rápida: Se deben utilizar sistemas de sujeción que permitan liberar rápidamente a la persona en caso de emergencia, como por ejemplo, utilizando nudos que puedan desatarse fácilmente o empleando cierres de velcro en lugar de esposas cerradas con llave. (O al menos que las llaves sean genéricas y los candados fáciles de cortar.)
- Inspección de seguridad: Antes de utilizar la cruz, se deben verificar que todos los componentes estén en buen estado y que no haya bordes afilados o superficies ásperas que puedan causar lesiones.
Una idea que implemente hace poco fue la de combinar una Cruz de San Andrés con una maquina sexual (Fuck Machine), tal y como se los dejo en la foto de abajo. De esta forma podemos dejar a nuestra sumisa/o en la cruz mientras es penetrada por la maquina.
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En resumen, la Cruz de San Andrés es un elemento versátil utilizado en el BDSM para la restricción y la exploración erótica, pero su uso debe realizarse de manera segura y consensuada, siempre priorizando el bienestar y la comodidad de todas las partes involucradas.